A día de hoy tenemos una amplia variedad de ropa interior masculina que podemos elegir, pero ¿sabías cómo era la ropa interior que usaban los hombres cuando esta comenzó a utilizarse y cómo ha ido evolucionando?
Las primeras evidencias de ropa interior de hombre
No se sabe el momento exacto en el que los hombres comenzaron a utilizar ropa interior, pero los primeras evidencias se remontan a la época egipcia, más concretamente a la tumba de Tutankamón, en la que se encontró una especie de pañal de lino.
Fue en la época romana cuando una mayor preocupación por la higiene generalizó el uso de la ropa interior y los hombres acostumbraban a llevar una prenda similar a un pañal, como las que podemos ver en las películas de gladiadores.
En la Edad Media, al considerarse el cuerpo humano como algo pecaminoso, las prendas interiores masculinas acabaron siendo largas camisolas destinadas a tapar las partes íntimas, sin primar en ningún momento la comodidad ni practicidad y tan solo evolucionaron hasta una especie de medias abiertas que se usaron hasta el Renacimiento. No existía el calzoncillo como lo conocemos hoy. Esa prenda iba completamente suelta, sin oprimir, bajo una túnica.
Pero fue entonces cuando hubo otro gran cambio y lo que pasó de ser unos cubre piernas se convirtió en la famosa bragueta, una bolsa donde se escondían los atributos masculinos y, en algunos casos, también servía como monedero para los hombres.
De los calzones al calzoncillo
Ya en el siglo XIX los hombres utilizaban como ropa interior unos monos largos de lana, que se usaban para mantenerse calientes y para evitar que la ropa exterior cogiese los olores corporales. Hacia los años 20 del pasado siglo, este se rediseñó y comenzó a utilizarse una variante con una tela más fina, incluso de algodón para el verano, y de manga y pantalones cortos. Esta prenda se separó en dos, camisetas y boxers, llamados así por la similitud de los calzones de los boxeadores.
No fue hasta 1935 cuando apareció el primer slip, el cual tuvo tal éxito que se instauró hasta nuestros días, con las evoluciones y variaciones en tejidos y formas que hoy conocemos. Además, hasta casi los años 60 toda la ropa interior era de un color uniforme, normalmente blanco, pasando a partir de 1966 a utilizarse diferentes colores y estampados.
Quizá no pensabas que una prenda tan sencilla pudiera tener una historia tan interesante, pero su evolución tiene muchos datos curiosos.
