EJERCICIO EN PLAN COMANDO

 

 

Existe un gran debate acerca de la conveniencia de utilizar ropa íntima para ir al gym o realizar una actividad deportiva. Las cifras indican que una gran cantidad de mujeres prescinden de su uso, de forma habitual o esporádica (cerca del 8% de ellas dicen que siempre van sin mientras que el 25% lo hace solo a veces). En cuanto a los hombres, muchos se muestran reservados a la hora de hablar de la ropa interior que utilizan para ir a correr o a montar en bicicleta y en gran parte de los casos es porque no logran encontrar el modelo adecuado y acaban eliminando los calzoncillos  de su conjunto deportivo.

En principio no hay nada intrínsecamente malo o insalubre en esta decisión aunque lógicamente la ropa interior actúa como doble escudo contra bacterias externas a las que se estaría más expuesto sin ella.  Pero no existen evidencias claras que indiquen que existe una gran diferencia en el riesgo de contraer infecciones entre las personas que no utilizan prendas íntimas en el entrenamiento y  las que sí (de hecho, en el caso de las mujeres, las infecciones de vejiga no dependen de la cantidad de ropa que se lleva sino de la capacidad defensiva de su uretra…). ¿Es entonces recomendable usar ropa interior en el deporte?

Podría decirse que sí porque realizar deporte sin ella puede causar micro cortes o rozaduras en pieles suaves así como en los genitales. Al realizar los movimientos físicos, un mismo trozo de tela roza repetidas veces una misma zona del cuerpo y esta puede terminar por irritarse y provocar dolor. Además cualquier irritación puede conducir a una infección especialmente entre las féminas que se depilan con mucha frecuencia…A ellas se les recomienda, en general, que no recurran a las tangas ni a lencería muy usada, no transpirable o con costuras y gomas. A ellos se les aconseja descartar modelos que no sean frescos, ligeros y cómodos. En todos los casos deben ser adecuados a cada deporte: ceñidos para obtener sujeción y cubrir bien la parte interior de los muslos si se va a correr o amplios y flexibles para actividades donde prime la libertad de movimientos (Yoga, Pilates…etc)..

Pueden considerarse ciertas excepciones, como en el caso de los pantalones de ciclista que, según los expertos, son tan ajustados que utilizar calzoncillos expondría al usuario a posibles rozaduras en el interior del muslo y de la ingle en un ambiente de calor y humedad que propiciaría la aparición de infecciones. Son prendas ya concebidas de por sí para adaptarse al cuerpo humano por lo que no exigen el uso de otra prenda interior. Si aparecen molestias, lo más seguro es que sea porque no se ha elegido la talla adecuada, la calidad del modelo es reducida o la actividad deportiva que se ha realizado ha sido muy prolongada en el tiempo.

Así que, si bien su uso no es estrictamente necesario, la ropa interior en el deporte puede proporcionar protección y adaptarse a las necesidades de cada actividad deportiva, de la frecuencia con que se vaya a practicar, de la contextura del propio cuerpo…etc. Lo importante es que sean prendas de materiales que sirvan para repeler el sudor (náilon, poliéster….) y expulsar la humedad a través de la tela. Como decía el doctor David Bank, fundador y director del Centro de Dermatología, Cosmética y Cirugía Láser de Wetchester, Nueva York, «si llevas pantalones o partes de abajo con buena capacidad para absorber la humedad, la ropa interior no es necesaria».

Y si quieres evitar cualquier posible incidencia, inclínate siempre por marcas de calidad. Encuéntralas en ROPAINTERIORONLINE.COM

Fuentes: deporteysalud.hola/ sportadictos/huffingtonpost
Imagen: PIxabay

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